Laura, definitivamente no entiendo a las mujeres. Me lancé de la
azotea de tu edificio de veinte pisos en parapente, para que me vieras con
dulzura desde la ventana de tu tercer piso y nada. Estabas escondida en la
letrina, enfadada o avergonzada. Me miraste y la ira te atrapó. El secador de
pelo que te obsequié nunca funcionó, mas nunca usaste la garantía de tres meses
de la tienda, ¿tal vez por orgullo, o ahora soy indigno? ¿Qué te pasa Laurita? ¿Se
dañó mucho tu pelo? ¿me crees excéntrico? El secador estaba de oferta y me
tenté pensando en ti y tú lo despedazaste. Yo nunca sirvo el café tan caliente
y mi perro doberman te confundió con un ratero o un gato: lamento lo sucedido. Las
heridas fueron superficiales y en unas semanas estarás totalmente sana y
repuesta. Nunca fue mi intención ridiculizarte. También me lancé en paracaídas
con un canasto de rosas multicolores para recuperarte, y me cerraste la
ventana, sin más. No supe que hacer con el canasto. Acepto que a veces soy
descuidado o chiflado, pero desde que me golpeaste la nariz con tu puerta, no
soy capaz de conducir mi bicicleta en línea recta. Dada mi hiperquinesia desde
niño tengo una actividad motora extravagante o acelerada. Si hago locuras es
por ti ¿Por qué borraste todas mis fotografías de tu Facebook? ¿me quieres
borrar del mapa? Estoy luchando por alejarme de mis acostumbrados accidentes y
tú no me ayudas. Por ese gran amor que siento por ti estoy dispuesto a encerrarme
temporalmente en un hospital psiquiátrico como lo recomendó tu padre, con
electroshock incluido. Comprendo la furia de tu madre. Mi amada madre también
ha querido lanzarme al río. Toda mi vida ha sido así. La próxima camioneta que compre será submarina,
con un botiquín de primeros auxilios y con cojines, te lo juro amor, y nos
besaremos en un ambiente más seguro y antisísmico. Laura, cada vez que me ves
cruzas la calle nerviosa y eso me duele mucho. Por favor, no te cambies de
ciudad. Al principio te reías con mis bailes, cantos, saltos y divertidas
locuras. Era entonces un buen partido y ahora huyes de mí a mil, sofocada.
Del blog
índice LAS SOTANAS DE SATÁN
http://lassotanasdesatan.blogspot.comtwitter.com/eliconoclasta63
No hay comentarios:
Publicar un comentario