El profesor Riesco,
doctor en Física, es una eminencia en la facultad, una vaca sagrada. Como
vicepresidente del Comité de Ética da sendas charlas sobre el correcto proceder
y las buenas costumbres en cientos de aulas y sitios. Hasta que un día ingreso
a su corazón la codicia, por la puerta ancha. Le llevó poco tiempo planificar el
como robarle sutilmente su casa inmensa a su anciana madre. Este hijo único le
hizo firmar varios documentos con mentiras, trucos y abogados, apropiándose de
su vivienda lujosa sin que nadie supiera, ni ella. La señora Rosaura residiendo
en un rincón del hogar de su hijo cada cierto tiempo le rogaba volver a su
casa, que ya no existía porque había sido vendida por el vicepresidente del
Comité de Ética que utilizó los millones para invertir, viajar y divertirse. La
señora Rosaura no comprendía por que era imposible retornar a esa casona en
donde construyó su vida entera. Anhelaba volver a dormir allí. Eran sesenta
años de remembranzas e historias invaluables, hasta que falleció. Riesco siempre
le señalaba que olvidara su viejo hogar y que por seguridad y por sus años lo más
recomendable era estar cerca de su unigénito. Ella se fue de este mundo sin
propiedad alguna y él se quedó sin ética ninguna.
Del blog índice LAS SOTANAS DE SATÁN
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