viernes, 10 de octubre de 2025

99) ÉTICA FINANCIERA - EVANGÉLICO



Por una razón platónica que nunca comprendí mi pastor nunca rinde cuenta de los movimientos financieros del templo cristiano que guía y administra, nunca. No transparenta nada, no publica nada relevante de los ingresos, gastos, sueldos y cuentas por pagar de la congregación. Sólo hay conjeturas, burlas y comentarios impropios del barrio, dada la hermosa y cara camioneta que se compró. Es un burgués con fe, un acomodado. Predica de la probidad con celo santo y transpirando a los gobernantes, empresarios, profesionales y plebeyos en general, elevando la voz, como Juan el Bautista. No se le va una, apunta bien. Es un serafín de la rectitud. Por un puñado de dólares de alta denominación sería capaz de sentar en el techo a su abuela y amarrarla al campanario. Con astuta presión cobra los diezmos sin piedad. Se molesta con el hermano en Cristo tacaño y realiza duras y sutiles advertencias. Ayudar a los desposeídos no lo persuade, definitivamente. Siempre fue insensible, es su forma de ser, de honrar al Señor. A las redes sociales no sube las cartolas bancarias, facturas ni nada. Ha santificado el secretismo porque es su ángel de la guarda. Esta opacidad y falta de moralidad en los asuntos económicos es la conducta usual del pastor evangélico promedio. Ninguno se abruma. Traslucir cada centavo que entra y sale de la parroquia es una herejía. Lo recomendable es la cautela. Mi pastor se pone su mejor corbata para recibir regalos y donaciones personales, significativas en algunos casos. Dios desea que él viva bien, como un marqués. A los fieles que tienen la diabólica idea de cuestionar la gestión del ungido del Señor los cuelgan de los pies en el patio. No se aceptan preguntas indiscretas. Hay que extirpar las dudas con mano de hierro.





http://lassotanasdesatan.blogspot.com

http://microcuentosson.blogspot.com


JAIME FARIÑA MORALES
ARICA-CHILE

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario